10/25/2013

Una industria floreciente


   Rajoy y sus compinches afirman su fe rociera en la economía española apostándose el futuro común a la ruleta de Eurovegas y el ladrillo. Pero en esa ruleta la banca siempre gana y si la economía española no se ha hundido ya es por la sencilla razón de que la mierda flota (en nuestro caso, sobre una amplia base sumergida). Mientras el vil gobierno se obstine en sabotear las fuentes de energía renovables, resultará imposible producir nada capaz de competir en los mercados. Sumidos en el expolio progresivo de profesionales y empresarios y en el olvido acelerado de los derechos laborales, agonizamos entre el sector servicios, el sector primario y el mercado negro. Urge abandonar la hipocresía y adoptar decisiones valientes, lúcidas y rentables. Por ejemplo, despenalizar la industria del cannabis para que la enorme cantidad de dinero que ésta genera repercuta en el erario. Al parecer, no sólo destacamos en deporte y crímenes de Estado; también conservamos cierta habilidad para extraer de la tierra frutos excelentes. Los cultivadores españoles obtienen reconocimiento año tras año en cuantos certámenes internacionales se celebran sobre la materia, al tiempo que la demanda interna de hachís y marihuana, crece. Sólo por miedo renunciamos a un comercio consolidado, gigantesco, prácticamente inocuo y cuya racionalización no supondría más esfuerzo que deshacernos de la intolerancia y los prejuicios.

Publicado en La Opinión de Murcia, 24/10/2013.

10/19/2013

Ficaria
























«De más jovencico sin saberlo pintaba el aura azul en los primeros autorretratos que me hice en el campo, luego los borré todos, posteriormente me di cuenta por qué les hacía el cerco azul claro, era muy simple, lo pintaba porque lo veía, no tenia ni puta idea de pintar, era virgen.»

«El retrato puede ser terapéutico y despojar al sujeto de cosas innecesarias o enfermedades que se quedan pegadas en el cuadro, sanar por el reflejo condicionado, como los animales, es el espejo de Kafka que a veces adelanta... como un reloj.»

Carlos Pardo Gómez


   Tierra de higueras, Ficus carica, nombre de la colonia romana que hubo entre el siglo IV y V en la comarca minera de Mazarrón. Paisajes que ha pintado Carlos Pardo Gómez, andándolos una y otra vez entre el viento, el sol y las piedras. Están expuestos en la Galería Cuadros López, detrás de la Plaza de las Flores. Óleos sobre lienzos, tablas y arpilleras forman cielos y montañas, barrancos y bosques, canteras, investigan en el color y las texturas de las materias mezcladas, en la luz de los cuadros, se adentran en la abstracción, donde el referente natural convive con un universo de conceptos y símbolos pintado de viva belleza. Cézanne guía, con amor y respeto máximos. Las vanguardias, el cubismo; las dificultades. El sentido de pintar con aceite, madera y tela bajo el bombardeo de imágenes, agentes pasivos y reflejos de él, ajenos a una tradición inmejorable.

Publicado en La Opinión de Murcia, 17/10/2013.

10/13/2013

Sin tabaco


   En Gran esperanza un tiempo, libro de Roger Wolfe publicado recientemente por Editorial Renacimiento, hay un poema titulado El humo del infierno donde se dice que España «acabó de morder el polvo» con la Ley de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo, fruto, entre otros males, del «mediocre gregarismo» y la «estricta corrección». Uno agradece en cuerpo es alma libros así. El estado terapéutico lleva decenios imponiendo su moral disfrazada de 'Salud Pública', organizando socialmente la enfermedad, «administrando muerte», decía García Calvo. Tengo para mi que un paquete de cigarrillos al día no resulta tan pernicioso como una jornada de trabajo de la ministra Mato. Aunque seguramente este apellido es casual y yo no soy ecuánime. Fumo desde hace más de veinte años con enorme placer y no me acostumbro a salir a la calle cada vez que quiero encender un cigarro. A menudo, paladeando el dulce humo del tabaco en la puerta de un café, veo pasar a los niños de vuelta del colegio y me parece estar allí, obligatoriamente, para que los niños me vean fumar. Pero más triste es contemplar cómo tantos fumadores acatan mansamente esta prohibición ilegítima, que usurpa a los hosteleros el derecho de decidir si en sus establecimientos se puede fumar o no.

Publicado en La Opinión de Murcia, 10/10/2013.