12/10/2014

El amor y media vuelta, de Roger Wolfe




El amor y media vuelta. Roger Wolfe.
Revista de Poesía La Galla Ciencia, nº DOS. Murcia. Octubre, 2014.

Este experimento literario, que permuta el castellano y el inglés para vivir una experiencia de amor radical, optimiza el hecho insólito de aparecer en una revista. La escritura total de Roger Wolfe se ha encarnado en un libro de poesía amorosa lleno de extrañas sugerencias. Narra la historia de un amante bilingüe, culto, que habla y traduce su apasionada experiencia. Abre y pone en común inglés y castellano, ha de ser en las dos lenguas para ser precisa, y aun podría ser en otras, como insinúa el título del último poema, Tócala otra vez, en anglais. La atmósfera resulta a veces opresiva hasta límites insoportables, como en el espléndido Buenas son tortas, que cierra la parte 3, la propiamente titulada El amor y media vuelta: una serie de estampas que evoca con gran fuerza visual detalles del enamoramiento. El hombre equivocado enloquece de amor y acepta su terrible sufrimiento a cambio de una rara euforia. El amor y media vuelta da cuenta de ello combinando el inglés y el español de manera difícil y esquiva, pero fructífera al cabo. Después de las canciones traducidas en la parte 2, Versiones, el español de Hiel sobre la luna o Late poem, parece estar escrito en inglés, suena a inglés, tiene su ritmo y su cadencia. A la inversa, Five english poems, parecen escritos en español; de hecho, son reescritos en español como poemas distintos. La lengua en que están escritos llega a ser indiferente, porque de lo que se trata es de su música.


1/31/2014

Ay, España


   España no es ni siquiera un topónimo, es una ficción jurídica, una realidad por mera convención, porque, supuestamente, resulta útil a quienes están de acuerdo con ello. Pero ni siquiera como tal cumple su cometido, puesto que su utilidad como ficción jurídica es casi nula. Apenas da para un pasaporte con el que largarse. Es una convención errónea, una trampa que somete a los españoles al yugo de unos pocos.

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   A un observador foráneo, la península ibérica tal vez le parezca una cabeza de Jano, el dibujo de dos caras que se dan la espalda; y se diría que la faz mediterránea tiene una cicatriz en la barbilla, el Mar Menor.

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   ¿No habrá pronto ofertas de trabajo como rebuscador en contenedores de basura, no acabaré viéndolos con uniforme, debidamente asalariados, debajo de mi balcón, como a todas horas? ¿Y no hay ya, como desde hace siglos, gentes poderosas dedicadas a tareas más indignas, más perversas, más humillantes? ¡Son éstas las que es necesario evitar!

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   Votaría a un programa político cuyos dos únicos puntos fuesen: 1. Reformar la ley de referéndum para que, una vez cumplido un quorum del 50%, todos y cada uno legisláramos sobre cualquier materia directamente, y 2. Una ley de iniciativa legislativa popular que permitiese a diez mil suscriptores proponer referendos sobre toda clase de normas.

1/29/2014

El Danubio, de Claudio Magris


   Esta mañana he visto a Claudio Magris en Murcia. Ha hablado de autocrítica, memoria y amor, en italiano, yo no le entendía bien, apenas se oía, la gente no paraba de entrar y salir de la sala y los fotógrafos se le tiraban al cuello, sin cesar de rondar frente a la mesa donde estaba sentado junto a Jarauta y Ladrón de Guevara, su traductor. Hace diez años, después de leer El Danubio, escribí esto, no me parece inoportuno recordarlo:

   El germanista italiano vuelca su portentosa erudición en esta especie de diario de viaje a lo largo del gran río europeo. Libro fluvial en todos los sentidos, cuyos breves capítulos, como meandros, oscilan entre los géneros sin quedarse en ninguno, cuenta con levedad la Civilización Danubiana, fronteriza como pocas, desde la Selva Negra hasta el Mar Negro pasando por Austria, Chequia, Eslovaquia, Hungría, los Balcanes, Rumanía y Bulgaria, a través del espejo de la misma que representan las huellas de su cultura: sus libros, sus poemas, sus pinturas, su música, sus vicisitudes políticas y religiosas, sus razas, sus vinos, sus lenguas... Magris prescinde deliberadamente de ofrecer una mirada inocente de esa civilización, prefiere observarla a través del prisma de Céline, Goethe, Musil, Kafka, Lukács, Canetti, Celan y un interminable etcétera. Por encima de conflictos y de diferencias coyunturales, sin embargo, permanece el río, misterioso e insondable, pues, como dice Holderlin, “lo que hace el río nadie lo sabe”.  

1/23/2014

Homenaje a Álvarez


   Uno puede defenderse de los vituperios, pero ante la adulación está inerme. Hay quien hace rehenes elogiando, confiado en ser pagado, como si el elogio pudiera en verdad cubrir cosa distinta que la necesidad feroz, egoísta al cabo, de expresar gratitud hacia algo o alguien.
   No quisiera, pues, con esta nota, importunar a José María Álvarez. Pero mañana se celebra en el aula de cultura de la CAM de Cartagena un homenaje en su honor y, afortunadamente, no sólo yo doy las gracias. Muchos lectores debemos a su poesía enseñanzas y placeres hiperbólicos, y a su conversación y su trato, alegrías sin cuento, el regalo de una conciencia corpórea, despierta, educada, amable, que se sabe poco y, sin embargo, libre, y se enorgullece.
   Signifying nothing; ¡Sin prisioneros!; ese Al sur de Macao de Pre-Textos con el cual le descubrí como a un hermano mayor y más sabio, deslumbrante, mejorado luego en Los decorados del olvido de Renacimiento, quizá tan alto éste como Museo de cera; y las novelas, las biografías, los ensayos... Incluso en su contra, contra su afán mítico de escribir lo justo y la maledicencia inculta y cerril proliferante, qué bueno será que Álvarez -como lo llamó Borges diciendo qué feliz era allí, junto a él, ese instante-, siga citando.

1/10/2014

La Galla Ciencia


   La poesía es más necesaria cuando el suelo se mueve bajo los pies. Mientras escribo, está Noelia Illán leyendo en el Museo Ramón Gaya. Ojalá hubiera ido, le pido perdón. Me invitó a participar en una revista y estoy perdido. Me entusiasmó, me puso el dios dentro. Tonto de mi, la creí nietzscheana, con «y», y no. Pero sí. La Galla Ciencia es una revista de poesía como no imaginaba, un ave mitológica que reparte martillazos de belleza espléndida, sorprendentes, certeros, echada a volar alto y lejos en el canto loco de cien poetas.
   -¡Miguel Ángel Velasco! -le dije a Noe.
   Quién me mandaría. Desde entonces ando otra vez inmerso en Ánima de cañón, lo último que Velasco entregó en vida a la imprenta. Y me está matando de fiebre el filtro de tanta verdad, lento, escribiendo sin remedio a cada paso.
   Esta tarde ha llamado nuestro maestro Álvarez, de vuelta en Villa Gracia; si tengo fuerzas, mañana lo veré. La correspondencia crece. Las revistas no paran. Magma, Manifiesto azul. Mil y un cuadernos en la red, en las mesas y anaqueles de La Azotea, de El Quirófano, de Espacio Pático y Los Pájaros. Los lunes de Zalaca. Jarauta. Teatro. Música incesante bien temperada. Libros incontables, lúcidos, brillantes, afortunados. Los bares, esta luz de los amigos pintores... Si fuera por esto no mereceríamos gobierno.

1/03/2014

¿"Semos" europeos?


   Hans Magnus Enzensberger, en un desternillante y brevísimo ensayo titulado El gentil monstruo de Bruselas, analiza el mastodonte burocrático que soportamos los europeos. El libro demuestra la dificultad de que semejante Leviatán pueda servir para algo más que para ofrecer a sus operarios un modo privilegiado de vida y, a los ciudadanos, cierta apariencia de unidad. El Parlamento europeo es el único en la historia del parlamentarismo que no legisla, limitándose a sugerir al resto de instituciones comunitarias no se sabe muy bien qué. En 2014 estamos convocados a escoger nuestros representantes allí. España ha desconfiado tradicionalmente de este "gentil monstruo" y en anteriores comicios la participación ha sido invariablemente escasa. ¿Retiraremos este año la confianza masoquista, cómplice e irresponsable otorgada durante décadas al PP y al PSOE? Teniendo en cuenta las audiencias millonarias de la televisión, que Belén Esteban es nuestra escritora actual de más éxito y Kiko Rivera una pujante estrella de la música, es de temer una catástrofe. Más valdría, sin embargo, que nos sorprendiéramos del resultado, puesto que, tras la presente legislatura, puede que la siguiente vez que seamos llamados a las urnas, en España ya no esté permitido votar nada inconveniente para la Iglesia, la Monarquía, la Banca, las compañías de energía o el fútbol.