10/25/2013

Una industria floreciente


   Rajoy y sus compinches afirman su fe rociera en la economía española apostándose el futuro común a la ruleta de Eurovegas y el ladrillo. Pero en esa ruleta la banca siempre gana y si la economía española no se ha hundido ya es por la sencilla razón de que la mierda flota (en nuestro caso, sobre una amplia base sumergida). Mientras el vil gobierno se obstine en sabotear las fuentes de energía renovables, resultará imposible producir nada capaz de competir en los mercados. Sumidos en el expolio progresivo de profesionales y empresarios y en el olvido acelerado de los derechos laborales, agonizamos entre el sector servicios, el sector primario y el mercado negro. Urge abandonar la hipocresía y adoptar decisiones valientes, lúcidas y rentables. Por ejemplo, despenalizar la industria del cannabis para que la enorme cantidad de dinero que ésta genera repercuta en el erario. Al parecer, no sólo destacamos en deporte y crímenes de Estado; también conservamos cierta habilidad para extraer de la tierra frutos excelentes. Los cultivadores españoles obtienen reconocimiento año tras año en cuantos certámenes internacionales se celebran sobre la materia, al tiempo que la demanda interna de hachís y marihuana, crece. Sólo por miedo renunciamos a un comercio consolidado, gigantesco, prácticamente inocuo y cuya racionalización no supondría más esfuerzo que deshacernos de la intolerancia y los prejuicios.

Publicado en La Opinión de Murcia, 24/10/2013.

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